No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

miércoles, 19 de enero de 2011

Luz

Y entonces un día te levantas y ves que la luz que entra en tu habitación es otra. No mejor ni peor pero sí más luminosa que aquella otra, esa que contemplabas hace solo unos días. En esos momentos, te invade la nostalgia por los amigos, el día a día... Y añoras esa rutina construida durante los últimos años. Sin embargo, la pena no se apodera de ti. Es imposible hacerlo con esta luz. Es muy difícil que pase cuando la felicidad y la seguridad se va apoderando de tu alma. Y así, sin pensarlo, empiezas a tocar puertas. Toc, toc. Y quien pensabas que no te la abriría, lo hace. ¿Por qué? No lo sé. Solo soy consciente que eso me hace feliz y, por supuesto, con eso me quedo.

No hay comentarios: