No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

viernes, 30 de mayo de 2008

Un beso

Llevaba todo el día pensando en él y ahora que lo tenía justo delante no sabía qué decirle. Sólo escuchaba el palpitar de mi corazón y, sobre todo, sentía un calor sofocante por todo el cuerpo. No lo podía remediar. Con sólo verlo, con sólo olerlo, con sólo sentir su mirada, mi mente se iba por otros derroteros. Imaginaba situaciones, imaginaba conversaciones, imaginaba amores. Menos mal que él se adelantó y me ofreció un cigarrillo.
- ¿Te apetece fumar?, me dijo.
- Por supuesto.
Sin apartar su mirada de mí, cogió un filter y lo encendió en sus labios. Después lo puso en mi boca. Le dí una calada y dejé que ese humo atravesara mi cuerpo como si fuera él. Abrí los ojos y ahí estaba él mirándome. No apartaba sus ojos de mis labios. Me besó. Y entonces el mundo desapareció. Sólo en ese instante, sentí que la vida pasaba por esos labios. No había nada más.

Nunca es tarde si la dicha es buena

Las cosas de la vida. Mientras espero a que se estrene el filme de Sexo en Nueva York y después de haber visto últimamente películas como Fuera de Carta, ayer va un amigo y me regala Cinema Paradiso. Un regalo bueno, un regalo sin esperar con los que siempre se acierta. La acabo de ver y me quedo con dos frases que le dice Alfredo cuando Salvatore se va del pueblo para buscarse la vida.

"No dejes que te embriague nunca la nostalgia"
"Trabaja y trabaja por aquello que amas"

Bellíssima. Non posso dire piú!!! Molto bello questo filme...

Lo último de "Il Gallo Maximo"

No mires nada. Sólo escucha esto



miércoles, 28 de mayo de 2008

Diez años después


Y la conversación tiene punto y seguido. Las risas no paran. El perreo tampoco.

miércoles, 21 de mayo de 2008

De locos

Málaga es una ciudad poliédrica, es decir, complicada a más no poder, y también lo son los malagueños. Por eso, ni siquiera cuenta con un único tipo de malagueño tópico, cuenta con tres. Según Alfonso Vázquez son el majarón, el merdellón y el chusmón. Ironía, humor y realidad. Estas tres constantes se dan en este libro, gracioso a más no poder, que describe tres tipos de personajes presentes en esta ciudad complicada donde los guiris se mezclan con los lugareños, los monumentos quedan escondidos entre imperiosos hoteles y el sol luce los 366 días del año.

lunes, 19 de mayo de 2008

Grande. Manuel Bohórquez

Grande. Grande y Grande.

"Mi abuelo intuyó lo que iba a pasar
Manuel Bohorquez

Estaba hace unos días paseando y me dio por reflexionar sobre el tan traído y llevado asunto del derecho a la intimidad de las personas. Mi abuelo Manuel ya intuyó lo que iba a ocurrir en el futuro. Escuchando un día la radio, aquéllas grandes de lámparas, dijo sentencioso: “La radio está muy bien. Lo malo va a ser cuando se puedan ver los enanos que hablan ahí dentro”.

De niño yo ya quebrantaba el derecho a la intimidad de las personas de mi pueblo. Como a veces me aburría, me inventé un juego muy emocionante, que consistía en entrar en las casas a investigar no se qué y esconderme debajo de las camas o detrás de las puertas para espiar. Recuerdo que una vez me oculté debajo de la cama del dormitorio de unos vecinos y, de pronto, el colchón de borra comenzó a aplastarme contra el suelo con tal fuerza que casi la palmo.

Por las cosas que se decían entendí que estaban contribuyendo al crecimiento de la natalidad para obtener esos puntos que daba Franco a las familias numerosas. Hoy se diría que echando un casquete, pero entonces no sabíamos tanto. Gracias a este juego estaba al corriente de historias del pueblo, de adulterios, de vicios inconfesables, de quién roncaba y de quién no, y de qué pensaban unos vecinos de otros. Pero jamás conté nada a nadie; eran mis secretos, los de un niño que tenía demasiada fantasía para vivir en un pueblo donde nunca ocurrió nada descomunal.

A los que se llaman periodistas de la prensa rosa y que duermen en las puertas de las casas de las personas para sacar en la televisión a quienes no lo desean, les diría que no se corten y que hagan lo mismo: que se metan en las casas de los famosos, debajo de sus camas, en sus roperos empotrados, con cámaras y grabadoras y que se pongan ricos vendiendo el material. Ellos lo llaman libertad de expresión en un claro ultraje a este derecho constitucional.

Por esta misma regla propongo que los afectados costeen un programa donde sólo salga la vida privada de estos noticieros que son tan famosos como los populares a los que trituran. A algunos les encantaría ver la cara de la Patiño acabada de levantar o saber cuáles son los vicios inconfesables de Jesús Mariñas. Iba a arder Troya."

domingo, 18 de mayo de 2008

Momentos


Dos días en Londres dan para mucho. Para visitar parques preciosos, asistir a una fiesta de cumpleaños en un bar "in" y escuchar esta música...

martes, 13 de mayo de 2008

In the City


Muchos esperarán esta cita para ver otra vez los líos amorosos de las cuatro neoyorkinas más locas de la televisión. Sin embargo, esta serie (a la que me enganché gracias a otras buenas amigas) demuestra (para mí) el valor de la amistad, de esos lazos invisibles que se crean entre dos personas desconocidas para siempre y sin ningún interés, sólo el de hacer feliz, consolar, escuchar...

sábado, 10 de mayo de 2008

Carisma

"Hay personas que, siendo menudas, ocupan más espacio que otras de mayor corpulencia. O al revés. Seguramente, de sebe a su fuerza de carácter, su personalidad, el carisma, el aura o todo junto. De los grandes intérpretes se dice que llenan la escena, pero nunca he oído decir de nadie que llene la vida. El común de los mortales no es tridimensional, sino lineal: gente previsible, neutra, que tiene gran capacidad de mimetizarse con los demás y suele pasar inadvertida. Pocas personas hay que lo ocupen todo. Unas están señaladas en la historia (Napoleón, Cristóbal Colón...); otras aparecen cuando menos lo esperas entre un mar de anónimos pero sólo se les ve a ellas". By Carmen Rigalt

jueves, 8 de mayo de 2008

Las mujeres de verdad tienen curvas


Ana quiere estudiar pero sus padres no la entienden. No comprenden que ella quiere cambiar, evolucionar, crecer... Su madre, obsesionada con su peso, sólo piensa en buscarle un marido y, por supuesto, en que le dé un nieto. Como Ana, muchas mujeres tienen que buscar su propio camino y, sobre todo, luchar por él.


Preciosa.