No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

martes, 27 de enero de 2009

Petardeo

Gloria Trevi con su Psicofonía versión Remix. ¿Hay algo más petardo?


lunes, 26 de enero de 2009

Tengo un guión para usted

Trabajando en la tele, desconfío mucho de que ZP no sepa nada. Normalmente, todo suele estar preparado en televisión. Nada se deja a la improvisación y este programa, digo yo, no iba a ser menos. Tengo unas preguntas para ustedes: ¿por qué Lorenzo Milá sabe quienes y que preguntan? ¿por qué Zapatero no se piensa ni una sola respuesta? ¿por qué no titubea ante alguna de las cuestiones? Todo está preparado, señores. La televisión es una gran comedia... Aunque lo es sólo a veces. UF.

sábado, 24 de enero de 2009

"Siento tu ausencia, niño. Siento tu ausencia como sentiría la de un brazo, un ojo o la voz. Pero te echo en falta menos que ayer, menos que esta mañana. Es extraño. Se diría que, de hora en hora, el suplicio se atenúa para encerrarse en un paréntesis. Los lobos ya empezaron a llamarme y no importa si todavía están lejos: apenas se acerquen, bien me doy cuenta de que los seguiré. ¿Es verdad que he sufrido tan hondamente y tanto tiempo? Me lo pregunto, incrédula. Una vez leí en un libro que la dureza de una pena que hemos soportado sólo se siente cuando nos hemos librado de ella y, asombrados, exclamamos: ¿cómo hice para soportar semejante infierno? Verdaderamente, así debe ser, y la vida resulta extraordinaria, pues cicatriza las heridas a loca velocidad."

Oriana Fallaci. Carta a un niño que nunca nació

martes, 20 de enero de 2009

"Ciertamente, tú y yo formamos una extraña pareja. Todo en ti depende de mí, y todo en mí depende de ti: si enfermas, yo enfermo y si muero, tú mueres. Pero no puedo comunicarme contigo, ni tú conmigo. En medio de la que, tal vez, es tu sabiduría infinita, no conoces siquiera mi cara, mi edad ni el idioma en que hablo. Ignoras de dónde vengo, dónde estoy, qué hago en la vida. Si tú quisieras imaginarme no tendrías siquiera un solo elemento para adivinar si soy blanca o negra, joven o vieja, alta o baja. Y yo sigo preguntándome si eres o no una persona. Nunca dos seres extraños ligados al mismo destino fueron más extraños entre sí que nosotros. Nunca dos desconocidos que compartieran el mismo cuerpo fueron recíprocamente tan desconocidos ni estuvieron tan lejos el uno del otro."

Oriana Fallaci. Carta a un niño que nunca nació.

jueves, 15 de enero de 2009

Sin nada

Comenzó a trabajar con 11 años. Lleva 45 en la Seguridad Social. 35 en su actual y vieja empresa. Tiene 62 años. Hace seis meses que comenzó todo. Mañana, día 16 de enero, será el final. Muchas cifras para un mismo destino: a la calle porque la empresa va mal. Sin paro. Sin prestaciones. Sin ánimos. Me lo dijeron y ahora lo compruebo: la vida no siempre pone a todo el mundo en su lugar. Es injusta.

miércoles, 14 de enero de 2009

"Siempre había entendido que morirse de amor no era más que una licencia poética. Aquella tarde, de regreso a casa otra vez sin el gato y sin ella, comprobé que no sólo era posible morirse, sino que yo mismo, viejo y sin nadie, estaba muriéndome de amor. Pero también me di cuenta de que era válida la verdad contraria: no habría cambiado por nada del mundo las delicias de mi pesadumbre. Había perdido más de quince años tratando de traducir los cantos de Leopardi, y sólo aquella tarde los sentí a fondo: Ay de mí, si es amor, cuánto atormenta."

Gabriel García Márquez. Memoria de mis putas tristes

domingo, 11 de enero de 2009

Cambios

Esperaba ver El Mundo of line de otro modo. No con otros ojos (sigo conservando los míos) pero sí con otro aspecto, dicen que más moderno y más legible. También quería comprarlo por la peli (Primera Plana) pero está visto que lo gratis vuela en tiempos de crisis y no crisis. Estaba agotado por todas partes. Así que me he conformado con ver su cambio on line. Me gusta aunque echo de menos su anterior diseño. Ya estaba acostumbrada a él. Ahora no encuentro la mitad de las cosas. Será cuestión de tiempo (como todo en esta vida), me dicen también.

Sin Mundo, me quedo en El País.

"P. Su autobiografía es como un epitafio de lo que fue el periodismo con respecto al periodismo que se hace ahora.
R. No lo sé. Las preguntas han cambiado. Sobre todo a causa de Internet. La instantaneidad de las noticias empezó con la televisión e Internet es la apoteosis de lo instantáneo... La cantidad de noticias frescas es ahora menor en los diarios, eso significa algo. En la portada de The Washington Post aparecen noticias que ya se conocen, o por Internet o por la televisión. No estamos aportando nuevas historias, nuevos hechos... Por eso tenemos que concentrarnos en el significado de esos hechos que ya no damos nosotros en primer lugar; tenemos que saber si son importantes, si influyen en la historia, qué pasará en el mundo si se consolidan... Tenemos que saber eso y contarlo. Ésa es nuestra función ahora." (Entrevista a Ben Bradlee, director de The Washington Post en El País)

sábado, 10 de enero de 2009

Después de leer la columna publicada justo aquí, debajo de este texto, reconozco que me he apuntado al gimnasio y me voy a sudar como una loca ahora mismo.

Trotaenero

(Publicado por El Mundo-El Día de Baleares, 10-1-2009)

Gimnasia de enero

MARCOS TORÍO

Enero cuesta un riñón de Melchor. Vale sus rebajas en oro. Con las jorobas de los camellos todavía calientes, los cambiadores profesionales abarrotan las tiendas. Las cartas a los Reyes Magos se reescriben sobre ticket regalo. Engordan con los descuentos. Donde la suegra, el tío o la prima dejaron un paquete caben ahora dos bolsas. La gente resta errores familiares y suma gusto propio. No me pasa. Ni recibo ni hago regalos. Luego mi visa no maldice a Gaspar.
Empieza la cuenta atrás para la próxima Navidad. Los niños de San Ildefonso regresan a las aulas, la madre del muchacho de El Almendro le despide entre lágrimas embriagada por el olor de los anuncios de perfume, que se evapora de la caja tonta. La pantalla se llena de parches de nicotina, de chicles para monazo de humo y Rosa de España reaparece en la plana presumiendo de menos pulgadas. Como si se hubiera pasado las fiestas comiendo piña.
Ya que ignoro a los Reyes, las rebajas y sigo parando en el estanco, no quiero convertirme en un ogro gruñón antisistema. Me propongo ser un hombre con propósito de año nuevo y me apunto al gimnasio en plena temporada alta. Está al lado de casa -fundamental para vagos fondones- y las recepcionistas reciben con un folio de condiciones que ni los bancos. Después de rellenar una docena de becas y gestionar una hipoteca, ningún impreso impresiona.
Tras la firma, el fichaje sigue el mismo método que la entrada en Estados Unidos, aunque no te preguntan si tienen intención de atentar contra las instalaciones. Te fotografían con una webcam y te toman la huella dactilar. Grissom, cuánto daño has hecho. Con otro número más de cuatro dígitos en tu vida y el dedo en un sensor, atraviesas el torno de los quemagrasas vanidosos.
Ya dentro, es fácil concluir que los gimnasios se han convertido en las urbanizaciones pareadas del deporte. Sólo el horario y los carteles informativos tienen más orden y disciplina que cualquiera de mis días.
Las sanas vitaminadas y los presidentes de la comunidad de la fibra visten de gala transpirable. Yo, de pantalón de chándal barbacoero y camiseta promocional de las regatas con bolsillo para el paquete de tabaco.
Las actividades son un isotónico de anglicismos. Sólo los nombres hacen sudar. Luego todo consiste en pedalear (de pie o sentado) a las órdenes de un monitor que habla en singular a veinte personas. Interpela con la segunda persona a los borregos en formación. Vamos, dame más. Tú puedes. Técnicas de motivación, supongo. Y le das a la bici hasta que te duela el alma mientras en una pantalla los de España Directo y sucedáneos siguen de nieve hasta las cejas o cocinando tarta de cuajada con fresas.
Me paso al yoga, pero allí no hay misticismo, sólo chicles musculares de posturas imposibles para no iniciados. Si no alineas las vértebras, puede que termines rompiéndote una. Respiraré por mi cuenta con dolor de riñones para subir la cuesta de enero.

martes, 6 de enero de 2009

Could I hold you for a lifetime
Could I look into your eyes
Could I have this night to share this night together
Could I hold you close beside me
Could I hold you for all time
Could I have this kiss forever

lunes, 5 de enero de 2009

Me desperté. Era un sueño. Soñé que me la encontraba al entrar en casa. Bajaba a la calle como cada día, vestida de negro y con su bastón. Me cogió de la mano y empezó a temblar. Pregunté a mi madre: "¿por qué tiembla?". Me contestó: "se ha tomado algo". "¿Qué se ha tomado?", contesté. "Una cosa para enfermar", remachó. No lo podía entender. Empecé a llorar y a gritar. Desperté. Era un sueño pero ella no estaba. No está. Hace ya siete años que se fue. Mañana habría cumplido taitantos años.

domingo, 4 de enero de 2009

Molts d´anys

Moltsanys. Fue lo primero y lo último que leyó durante su estancia en la isla. Su significado, "por muchos años más", sirve de felicitación navideña para los mallorquines y de apoyo para su existencia. Piensa que serán muchos años más los que un sofá rojo la reciba y lo hará dispuesto a engullirla porque es ahí, entre sus cojines, donde ella se siente feliz y se olvida de que los problemas, la rutina y los agobios existen.