No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Carta a Cayetano Martínez de Irujo, el ejemplo de progresar

Querido Cayetano,

Hace ya una semana de su aparición en Salvados. Desde entonces no he dejado de pensar en la siguiente frase, que usted pronunció: "Los jóvenes andaluces no tienen ningún afán de progreso. Son diferentes al resto de España. Ni en Extremadura pasa, solo en Andalucía. Aquí, la gente no quiere progresar". Ante esto, me pregunto cuál es el significado de progresar para usted. Tal vez, es el de heredar, algo conocido por usted, ¿no? ¿Eso es progresar en la vida? ¿Recibir lo que mi madre tiene y sacarlo adelante? Le cuento cuatro casos de personas andaluzas, todas de mi familia.

1. Antonio se quedó sin padre a los tres años. Nació en los años cuarenta en un pueblo muy pequeño de la Sierra Sur de Sevilla. Nunca pasó hambre pero recuerda con especial atención la mañana en que se encontró un papel con atún y se lo comió a escondidas con miedo a que descubrieran su "tesoro". Tuvo su primer trabajo a los nueve años. Estuvo una noche guardando cochinos y cuando regresó a su casa, su abuelo, al que consideraba su padre, le dijo: "¿qué te pasa? ¿por qué lloras?" Él contestó: "No quiero ir más, abuelo. Me da miedo". Su abuelo, tranquilo y paciente, le dijo: "No llores más. No vas a ir otra vez". No lo tuvo que hacer nunca más. A los 24 años decidió irse a Alemania con unos amigos del pueblo y cuando regresó, tres años más tarde, se quedó con su novia en Sevilla. Allí trabajó, primero, en una fábrica de abono y después, durante 35 años, como camionero en una empresa. Ahora, pasea su vejez entre un colegio de adultos para obtener el título de secundaria, la práctica del deporte y la recogida de aceitunas. A diario come atún y no se esconde de nadie, viaja a Alemania o Londres no por trabajo sino por placer y anima a sus hijas a luchar por lo que quieren.

2. Ana nació en el cortijo El Kiosko de Moreta, en Sevilla. Su padre lo heredó de su suegro y allí plantó unos olivos que hoy tienen casi cincuenta años. Era la niña de su familia y, como tal, nunca le faltó algo de comer que llevarse a la boca. Sus días pasaban entre cuidar la gallinas, recoger sus huevos y limpiar la casa. Desde su cortijo, se veía el pueblo y ella soñaba siempre con vivir allí, lejos del campo y cerca de la gente. Lo consiguió a los 18 años pero no se fue al pueblo. Viajó hasta Sevilla con una tía y empezó a trabajar como costurera en una boutique. Cuando su novio regresó de Alemania, le pidió que se fuese al pueblo con él. Ella no quiso y le dijo que si quería estar con ella tendría que vivir en Sevilla. Ya había dado una señal en un piso para comprarlo. Él, enamorado, cedió y se vino a la capital. Después de cuatro años de convivencia, tuvo dos hijas a las que inculcó el sentido de la responsabilidad y el valor de la independencia económica.

3. Ana Reyes nació ya en Sevilla y fue a uno de los colegios concertados de la ciudad. Su infancia la pasó en un piso de 49 metros cuadrado, en el que llegaron a vivir sus dos abuelas, sus padres, su hermana y ella. A pesar de no estar en una casa rodeada de libros, prefería quedarse leyendo o viendo la televisión en casa a estar jugando con las demás niñas en la calle. Con 23 años, terminó su carrera de Turismo y se marchó a trabajar a Londres. Allí estuvo cinco años y consiguió dirigir el departamento de ventas de fútbol de un tourperador británico. Ahora es azafata de vuelo y recorre el cielo aéreo de Europa y del Norte de África. Hoy es una lectora voraz de libros en varios idiomas y ama el placer de cocinar, ver series de televisión on line y viajar.

4. Manuela Reyes es la misma que escribe. Estudié en el mismo sitio que mi hermana, Ana Reyes, y aprendí las ganas de luchar y las ventajas de la independencia económica inculcadas por mi padre y mi madre respectivamente. Fui la primera de mi familia en tener una carrera universitaria, soy periodista y  no me ha faltado el trabajo hasta hace un año. Desde entonces, ando enmascarando mi rutina con trabajos de sustituciones, colaboraciones y cursos de formación. Mis ideas futuras pasan por poner fin a esta situación aunque para ello tenga que emigrar a otra parte de Europa o, incluso, a América Latina.

Estas son las cuatro historias. Ahora le toca a usted, señor Cayetano, ¿considera que esto es progresar o no?

jueves, 8 de diciembre de 2011

No metas la pata en Twitter

Bebe no sabía dónde se metía cuando pronunció estas palabras.



O tal vez sí y lo que ahora lleva siendo dos días trending topic es lo que buscaba. A estas alturas, no se sabe si este speech es resultado de una estrategia de marketing o simplemente de su mala educación. Sí está claro que Bebe ha pasado el límite con la prensa, tal vez, por desconocer una profesión que hoy vive sus horas bajas y tiene que aguantar el desprecio de personajes como esta, que va de provocadora para vender discos y todavía no se ha enterado que para ir de eso debe tener arte, algo que escasea en su caso.

La cuestión es que este enlace de YouTube empezó a ponerse en Facebook el lunes. Corrió como la pólvora de un muro a otro. Sin embargo, no fue hasta su salto a Twitter cuando se empezó a hablar de él, incluso en los medios de comunicación. La red social de microblogging tiene eso: o te premia o te sepulta. Despiadado y sin misericordia, Twitter no admite equivocaciones. Es más, si lo haces, los usuarios, seguidores o no, optarán por recordártelo de por vida con hashtag que quedarán en la retina de todos. #turismobisbal o #unmojonparabebe son ejemplos de que esta red social es muy vigilante con todos y, además, da voz a todos. ¿Se trata de la comunicación más democrática? No lo sé pero lo que sí aconsejo es que vigiles lo que publicas porque un error tuyo puede ser el trending topic (maligno) de mañana.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Sólo o solo?

A diario, me sorprendo con la errónea utilización de la tilde en el adverbio solo en periódicos, un uso que incluso se traslada a los titulares de portada después de casi dos años de que la Real Academia Española modificara su regla y decidiera suprimir esta tilde.
Consulté esta cuestión hace unas semanas con un amigo periodista de El Mundo y su respuesta fue que en el libro de estilo de su periódico aún no está recogida esta nueva norma. Además, añadió, "no es una norma, es una recomendación y si lo ve la gente se creerá que es una falta de ortografía". Mal. Muy mal. Le respondí la verdad: esto es una nueva norma y ahora es una FALTA DE ORTOGRAFÍA el poner el acento. Además, como periodista deberíamos tener una responsabilidad mayor con lo que escribimos porque somos transmisores de los cambios del lenguaje. Si no aceptamos los cambios, estaríamos hablando igual en castellano antiguo, ¿no? El lenguaje avanza y, como consecuencia, tenemos que poner en práctica sus cambios.

Tal vez, la deficiencia venga por la falta de canalización de este cambio. Por ello, dejo el enlace en el que se explica el cambio y lo expongo a continuación:

Eliminación de la tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos incluso en casos de posible ambigüedad
  La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por tratarse de palabras llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel,por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
  Aun así, las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [= ‘trabaja solamente los domingos’], para evitar su confusión con Trabaja solo los domingos [= ‘trabaja sin compañía los domingos’]; o ¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración), frente a ¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso y aquellos acompaña al sustantivo libros).
  Sin embargo, ese empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo como los demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La recomendación general es, pues, no tildar nunca estas palabras.
  Las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre pueden evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de palabras que fuerce una única interpretación.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

La costumbre de vivir

Llevo unos días pensando qué escribir y no encuentro nada. Llevo unos días pensando qué leer y no me concentro en nada. Solo la música es capaz de hilar mis momentos de soledad sentada delante de un ordenador con el que envío mi tarjeta de presentación y ante lo que me preguntó: ¿adónde irá? ¿qué hará el destinatario: almacenarla, borrarla, imprimirla? ¿le parecerá interesante? Interrogantes que se quedan sin respuesta y aumentan el vacío de no saber, igual que cinco millones de parados más, hacía dónde va mi futuro, nuestro futuro, el de este país construido por todos y que ahora nos da la espalda.

Desayunamos con titulares de las manos de Urdangarín en bolsas que no eran la suya, con la relajación de la prima (de riesgo), con un nuevo Gobierno, con una posible reforma laboral... ¿Para qué?

Sin encontrar respuesta, intento buscarla y la encuentro en frases dichas por otros, que me hacen reflexionar:

- "Lo malo es que estamos acostumbrados a vivir", Javier Muñoz, 25 años. Actualmente cobra recibos en una academia de inglés y gana 450 euros. Sueña con escribir y trabajar de periodista, que es, asegura, "para lo que he estudiado".

- "¿Tiene usted estrés? 
   ¿Estrés? ¿Qué es eso?", Manolo, más de 70 años. Recolector de castañas en un pueblo de la Sierra Norte de Sevilla. Escuchado en el programa 75 Minutos de Canal Sur. Responde eso por ignorancia. Realmente, no conoce el significado de la palabra estrés y se levanta todos los días a la siete de la mañana para coger castañas del suelo. Algunas veces, termina a las seis de la tarde en el campo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Reflexión

¿Reflexionas? Hoy es presente este artículo escrito hace un año por Concha Caballero.

"No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que azota especialmente a Andalucía, que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.
No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos".

jueves, 17 de noviembre de 2011

Desierto

Tres días para que llegue el turno de votar y "elegir" un nuevo Gobierno. Lo de elegir lo entrecomillo porque parece por todas las encuestas que ya está más que decidido. Parece ser que Rajoy y su tinte de pelo reinarán en la España de la crisis. El casiseguroelegido presidente asegura lo siguiente hoy en una entrevista en El País: "Habrá que recortar [...]. A lo mejor habrá que hacer menos obras públicas, suprimir muchos organismos autónomos, habrá que hacer muchas cosas y habrá que recortar donde se pueda. [...] Las prestaciones por desempleo van a bajar, pero no porque la gente deje de cobrar el desempleo, sino porque va a haber menos personas con derecho a cobrarlo". Así se presenta el panorama. Cálido para quien tiene dinero en la hucha, desierto para los que no nos queda ni un chelín. Y digo yo, ¿qué pensará Urdangarín de estos recortes? Ahora que está en la palestra por supuestamente trincar de la bolsa del dinero público... Seguro que está tranquilito en su Washington no natal. Total, tiene la barriga llena y calentita...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por puntos


1. ¿Censura en Twitter? No creo que sea lo correcto. Hay otras cuentas que lo hacen con Letizia, la Infanta Elena o Rita Barberá. Señor Rajoy, debe encajar mejor el humor.

2. Me incluyo en el lote. ¿Solucionará algo el nuevo Gobierno?

3. Unos hacen anuncios aburridos y otros divertidos pero muy ridículos.

4. Tipos de espectadores y el boca a boca en las series. Yo digo que lo segundo funciona en mi caso. Sobre lo primero, no me incluyo en ninguno. Tal vez me deje llevar por lo que otros comentan y mi enganche a las series va en función del tiempo libre que tengo. Como ahora dispongo de mucho, me entretengo con la segunda temporada de Downton Abbey. Lady Mary es muuuuuuuuchoooooo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Conversaciones con... (II)

-Mamá, han pasado dos semanas y no me llaman. Tengo mi vida cuesta arriba. No tengo esperanzas de nada.
-¿Cómo que no tienes esperanzas? No te entiendo.
-Sí, mamá. No veo horizonte...
-Pero, ¿tú sabes que las cuestas también tienen horizontes?

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Solución?

"Existe un peligro importante de que haya una generación perdida. Los indignados tienen razón en sus protestas, aunque no en las soluciones que proponen". 

Lo dice Luis Garicano, catedrático de la London School of Ecnomics, Reino Unido, y uno de los seis expertos que firman Nada es gratis, un libro que refleja los pasos indispensables para salir de la crisis económica. Estas son sus soluciones.

De todo lo que recomiendan me quedo con algo importante: "Hay que lanzar un mensaje a la sociedad de que la situación es muy grave". Totalmente de acuerdo. Para trabajar juntos, tenemos que saber hacia dónde va todo porque Rubalcaba solo insinúa pero no confirma nada. ¡¡¡Por favor, señores que mandan dejen de especular y echar mierda al otro, y céntrense en quienes no tenemos trabajo, en quienes les votamos y en quienes queremos salir de esta maldita crisis!!!


viernes, 21 de octubre de 2011

Cambios

Candela dormía esta mañana ajena al mundo. No se despertó por los ladridos de su perro Coco, por las mil entradas en la habitación de su madre, Patricia, y, mucho menos, por lo que se escuchaba en televisión. El canal 24 Horas de Televisión Española repetía una y otra vez los mismos titulares: Gadafi, asesinado y fin de la lucha armada de ETA. Dos noticias que ayer cambiaron el mundo, al menos, la historia de Libia y de España. Cuando crezca, ella tendrá que preguntar a sus mayores quiénes eran esos de la ETA y, tal vez, no conozca ni la existencia de Gadafi y su jaima en Sevilla, que tantas risas nos arrancó a su madre, una servidora y otros locos más del periodismo andaluz. Suerte la suya, por el momento, de ser pequeña y no ser consciente de los vaivenes de la vida y, mucho menos, del fritoleo informativo en torno a estas dos cuestiones. Borrachos estamos ya de titulares. Menos mal que, al menos, estos dos son positivos.

Las noticias importantes traen consigo buenos trabajos periodísticos. Como no podía ser menos, el anuncio de ETA ha traído un sinfín de portadas para el recuerdo. Yo me quedo con estas dos. Van más allá del titular a cinco columnas y fotografía encabezando o a cuatro. Dejan de lado el destacado manido y unifican el diseño y la información. ¿El resultado? Dos primeras con ingenio pero con interpretación periodística. En momentos como estos, es cuando se nota el trabajo de un buen diseñador y la falta que hace en las redacciones. ¡Enhorabuena!

Portada Ideal Granada (21-10-2011)

Portada El Correo de Andalucía (21-10-2011)

Trotacomunión

PUBLICADO POR EL MUNDO-EL DÍA DE BALEARES EL 20-10-2011

PRIMERA COMUNIÓN 



POR MARCOS TORÍO


NINGÚN NIÑO está guapo el día de su primera comunión. Si la euforia y el orgullo familiar del momento no permite percibirlo, el cruel paso del tiempo se encargará de ajusticiar la inmortalización fotográfica, cuando las modas de enmarcado o las del propio retrato se ocupen de convertirlo en una reliquia kitsch. 

Recuerdo el día de mi primera comunión con total indiferencia, participando de un circo modesto que no terminaba de entender. Por botín, una máquina de escribir cortesía de mi tía Carolina y un anillo de oro, de esos que hacen parecer obispos a los niños y que no llegué a colocar en mi dedo. El resto, supongo, serían aportaciones económicas, convenientemente empleadas en sufragar el convite. Me libré al menos de celebrarla en un restaurante donde, como detalle de la casa, te pincharan Su primera comunión de Juanito Valderrama. La deferencia vale hoy más que un spectrum de la época. Amén. 

La memoria sí me devuelve a mi abuelo Pablo deshecho en lágrimas al oír a su nieto leer una carta a los corintios durante la ceremonia. Único recuerdo de impacto. Sorprendente porque nuestra relación estaba marcada por tiras y aflojas y la lucha del control del televisor. Él quería deportes y yo, dibujos animados. Si perdía, me acercaba sigiloso durante las siestas de verano y le subía el volumen del sonotone hasta despertarlo violentamente con el pitido. Ahora sé que lloraba de orgullo. 

Por fortuna, no hubo dispendio en un terrorífico álbum, pero sí me llevaron al estudio fotográfico. El retratista me sentó en un taburete y me proveyó del atrezzo eucarístico: un misal y un rosario. Miré los objetos extrañado y le dije que no me gustaba la propuesta. Vi un trozo de barandilla entre las telas que servían de fondo y la pedí para mi decorado. El fotógrafo no hizo mucho por persuadirme, mi madre accedió sin problemas y allí estaba yo, acodado y posando peinado como El Puma, con aires de telenovela venezolana. Versión infantil. Contribuyendo sin saberlo a la horterada que enmarcaría un rectángulo dorado. 
Hacía muchos años que no sabía nada de esa foto, casi tantos como los que llevaban las comuniones fuera de mi vida. Tendemos a pensar que aquello de lo que nunca volvimos a tener noticia ha desaparecido de la faz de la tierra. Egocentrismo selectivo. 

Con el otoño y los hijos de mis amigos estirando, los padres de familia me cuentan que han añadido una nueva actividad extraescolar a sus atareadas tardes. Catequesis. Y me cuentan que los niños en cuestión asisten a clases de ética en el colegio, elección mayoritaria, y que los dos o tres que cursan religión son considerados frikis. Ahí me pierdo. 

La masa marca que un gran número de los estudiantes de ética va a celebrar su primera comunión. Claro, no vas a marginar al crío si sus amigos van a poder disfrutar del protagonismo y la montaña de regalos, hoy cachivaches electrónicos de todo tipo. Un absurdo. Descubro entonces que las modas imponen celebraciones en parques infantiles, donde la asistencia de adultos está, muchas veces, restringida. Me seduce la idea. Por pura conveniencia. Propongo que se extienda a las bodas. Pero no puedo dejar de pensar en la inercia social que vacía los ritos de contenido. Respeto a quien educa en la fe y con absoluta coherencia decide dotar de significado el sacramento eucarístico. Lo otro suena a trámite. Como exparticipante de la hipocresía, acudo a mi madre y le pregunto por qué comulgamos. «No lo sé, tampoco le encuentro sentido. Hoy no la haríais ninguno de los tres», me dijo incluyendo a mis hermanos. Me intereso por el anillo –quiero estrenarme en la venta de oro– y me revela que aquello era poco más que latón y se rompió casi al guardarlo. En el trastero, entre libros y una caja de herramientas, descubro arrumbado el retrato de El Puma jr. Mi abuello lloraría. De risa. 

domingo, 16 de octubre de 2011

"Nadie tenía la culpa de lo sucedido, pero eso no hacía que me resultara menos difícil de aceptar. Todo había sido un problema de conexiones fallidas, de mala sincronización, de andar a ciega. Siempre perdiendo la ocasión de encontrarnos por muy poco, siempre a unos centímetros de descubrirlo todo. A eso es a lo que se reduce la historia, creo. A una serie de oportunidades perdidas. Teníamos todas las piezas desde el principio, pero nadie supo encajarlas". Leído en El Palacio de la Luna, Paul Auster.

viernes, 7 de octubre de 2011

Conversaciones con... (I)

- Mamá, no sé qué me pasa... Me paso el día trabajando en la habitación, solo hablo con ustedes, mis amigos ni me llaman, no encuentro trabajo, quiero ser mamá, me gustaría comprarme una casa y que un chico me abrace todas las noches diciéndome I LOVE YOU... Mamá, estoy angustiada. ¿Qué pasa?
-  Nada hija, es la vida. No te preocupes.
- ¿La vida? Ah, me habré olvidado de vivirla...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cada 25 de septiembre...

y cada cinco años, George Michael y yo nos encontramos en el mismo lugar y a la misma hora. Gracias al dato de mi acompañante, amigo y sabio musical yo disfruté por primera vez de este artista british en el Palacio de los Deportes de Madrid. De eso hacía ya cinco años el pasado domingo 25 de septiembre, un día en el que me envolví de su magia sobre el escenario, de su mejor directo... No puedo presumir de ser su fan desde los tiempos de Wham!. Ya me lo he encontrado crecidito musicalmente hablando. Sin embargo, no me cuesta reconocer la calidad de su voz y de su acompañamiento. Esta vez cantó junto a una orquesta sinfónica y consiguió el mismo resultado que cinco años atrás con una banda tronadora llena de músicos negros. Logró emocionar, tocó el punto sensible de todos y, sobre todo, paró el mundo durante dos horas. Al menos, para mí, fue así.







sábado, 3 de septiembre de 2011

Porque hay días en los que estas letras se antojan una realidad...


"Meet me halfway, right at the boarderline
That's where i'm gonna wait, for you
I'll be lookin out, night n'day"


domingo, 21 de agosto de 2011

La mirada (des)interesada

Cualquiera que vive en Madrid puede pasar sus días sorteando la suerte y las caras conocidas. ¿Quién no se ha cruzado con un actor, cantante, famoso de tres al cuarto o político también del tres al cuarto? Durante unos meses de 2010 viví en la calle Luna, paralela a Gran Vía. Se trata de un lugar vivo no solo por las putas que lo pueblan sino también por los personajes que lo pasean. Elena Anaya, Hugo Silva, Olivia Molina son algunos. Hay otros más.

Entre tanto apellido y nombre del papel couché, un día se cruzó en mi camino Antonio López. Sigo su obra desde hace tiempo y me sorprendió verlo sentado en el mismo vagón de metro que yo. Era el mediodía de una fecha cualquiera de invierno. Iba tal cual lo pintaba días antes el periodista Antonio Lucas en su entrevista semanal en El Mundo: pantalón y camisa de los años ochenta, gafas bajadas en la nariz y aire despistado. Sus manos portaban un periódico enrollado y su mirada no se detenía en nada, solo en el negro que devuelve todo cristal del metro. No había más paisaje que el ofrecido por los acompañantes de vagón y yo me entretuve en contemplarlo. El que es hoy el artista más importante del realismo español no hizo nada durante su viaje. Mientras tanto, yo fantaseaba sobre sus pensamientos y veía en su mente trazos por pintar de algún cuadro inacabado o nuevos bocetos de esculturas futuras.

Hoy he comprobado que su universo es complejo. No he querido irme de Madrid sin visitar la retrospectiva que el Museo Thyssen-Bornemisza acoge hasta el 25 de septiembre. El visitante puede hacer un recorrido por la obra más importante de este hombre silencioso y en apariencia despistado. Juega con la luz, la estudia, y muestra imágenes reales de lo que ve. No hay trazos de más. No hay interpretaciones en los colores. Todo es (casi) perfecto e incluso alguna vez roza lo geométrico en sus vistas de Madrid desde Vallecas o sus diferentes ópticas de la Gran Vía. Muestra en sus obras el Madrid de las inmensidades, de la maraña de pisos amontonados en posición vertical, del horizonte envuelto en una neblina de contaminación que hace de esta ciudad un lugar único, vibrante, ensordecedor... Un sitio bello y feo, definido a la perfección por el propio artista en esta entrevista publicada en El Mundo en 2006:

"No sabría decirte, un lugar especial, urgente, duro, fascinante. Transmite mucha veracidad. Es un rincón de supervivencia. Como si no hubiese lugar para la belleza. A veces, creo que, no sólo Madrid, sino que España se ha pintado poco. Para un artista, es un terreno muy virgen (...)".

domingo, 14 de agosto de 2011

Puente en Madrid

Es el tercer verano que Madrid domina mis veranos. El primero lo pasé decidiendo mi ida a la capital, el segundo trabajando y este tercero en el mismo estado que el anterior. Dos meses de alta en la seguridad social que dan tregua a un paro de casi dos años, un cese del cobro de la ayuda al desempleo y un sentimiento de no saber qué camino tomar.
Con la fecha de vuelta al estado no laboral marcada en el calendario, paso los días. Mi mente se resiste a pensar que el invierno lo pasaré pulsando el intro del ordenador sin saber si ese correo será el definitivo para encontrar un nuevo puesto en el que demostrar que soy joven pero capacitada para trabajar dándolo todo, con la única intención de marcar mi camino en la vida, construir mi estabilidad y huir de la incertidumbre del mañana.
Mientras tanto, disfruto del puente en Madrid y la miro desde el cielo. Imagino la vida en esas azoteas de Malasaña, recuerdo lo vivido en el Instituto Cervantes, recorro los escenarios de la visita papal y me centro en esa cúpula que marca el inicio de la Gran Vía, una calle que transité a diario durante un año. Me llevaba a mi casa, me devolvía al trabajo. Entonces vivía casi sola. Ahora el casi sobra. Madrid me pone a prueba. Yo la supero. Lo que no supero es el echar de menos a "mi gente", esas que tengo en el sur y en la isla. Menos mal que el teléfono y la comunicación 2.0 acortan la distancia.
Entre una cosa y otra hallo la posibilidad de leer a mi columnista preferido en este blog. Cada viernes el vecino de su página de opinión cuelga su producto para que sus seguidores la lean. Yo la leo, pero no la suya sino la de mi inquilino. Al menos así compruebo que trabaja...
¿Algo bueno de la capital? La posibilidad de visitar una buena exposición por dos euros. Cristina García Cordero muestra su visión gallega de la última época en el Bellas Artes. Sorprenden sus imágenes por la tristeza, la desolación y la mirada ignorante de sus protagonistas. Se trata de una oportunidad para conocer otra época de la España más rural y, por ende, más auténtica.
No pongo punto final a mi estancia aquí con esta muestra. Todavía quedan dos semanas por delante para seguir con el estrés diario, alimentando el deseo de estar tumbada en mi paraíso un año más. Porque Madrid marca mis veranos hace tres años ya, pero Formentera separa mis años cada septiembre. No tengo más Nocheviejas que las pasadas en la isla. Sin uvas, sin 31 de diciembre, sin canción de Mecano, sin cuartos, sin champán, sin capas de Ramontxu, sin galas horteras, sin últimos anuncios, sin nada... Solo con la posibilidad de hacer balance de lo bueno y malo escribiendo propósitos de año nuevo que nunca cumpliré. Solo con el deseo de que todo cambie.

lunes, 25 de julio de 2011

Reflexiones

1. No consigo recordar cuándo fue la primera vez que oí hablar de Amy Winehouse. Su muerte me cogió el sábado en casa de mi hermana y fue ella quien me dijo su nombre por primera vez. Creo que era por 2005. Ella vivía en Londres, muy cerca de la calle donde Amy murió, y a menudo me hablaba de cantantes nuevos. "No puedo dejar de escuchar una cantante nueva. Escúchala...", me dijo ella y yo le respondí: "Uy, no me gusta". Meses después pasaba unos días en mi otra casa, esa que tengo en la isla, y mi inquilino me puso de nuevo la misma música. Ummm. Entonces sí me llegó. Supongo que por su múltiples descripciones de los sonidos, del matiz de la voz y del conjunto del disco. Lo escuché una y otra vez. Back to black pasaba entonces a formar parte de mi lista de discos favoritos. Y así, meses y meses acompañada con Amy y su voz negra. Incluso llegué a verla en directo. Y perdió su magia. Estaba borrachuza y eso no disculpó el dinero que yo pagué pero me gustó verla solo por oír esta canción que tanto me alegra.



Ahora la escucho y pienso en la fugacidad de la vida, en el alto valor del ahora, la carencia del pasado y la vaguedad del futuro. Ella vivió al límite y dijo en una reciente entrevista que si muriera, lo haría feliz porque no tenía nada que pedirle al mundo. Yo, en cambio, no puedo decir lo mismo. Me paso el día ideando cosas e imaginando metas por alcanzar. A algunas llego y otras se quedan por el camino pero al menos intento luchar por ellas.

De todo lo que he leído en estos días, me quedo con esto y con esto otro. Son más de lo mismo pero con un enfoque diferente.

2. Se van las notas de unas y llegan las de otra. Últimamente no puedo dejar de escuchar a una cantante. Beyoncé desgarra su voz y mi corazón se estruja fuerte.


domingo, 19 de junio de 2011

Coctelera

-¿Por qué no vas andando, Duncan?
- ¿Para qué? - preguntó Duncan, exasperado.
Para que no se te quiebre la espina dorsal cuando un coche, conducido por un delirante adolescente, o por un adulto borracho que sufre un ataque cardiaco, te aplaste en la calle, pensó Garp, y su maravilloso y cálido pecho quede aplastado contra el bordillo, y tu cráneo no se abra en dos cuando aterrices en la acera y algún imbécil te envuelva en un viejo felpudo como si fueras un animalito doméstico descubierto en la alcantarilla. Luego salen a la calle los papanatas de los suburbios y tratan de adivinar de quién se trata ("la casa verde y blanca de la esquina de Elm y Dodge, me parece"). Entonces alguien te trae a casa, toca el timbre y me dice: "Lo siento", señala el bulto sanguinolento del asiento trasero y pregunta: "¿Es suyo?". (El mundo según Garp, John Irving).

Algunas veces mi mente viaja a la velocidad de la de Garp.


domingo, 22 de mayo de 2011

#cambios

14 de marzo de 2004. El PSOE, con un desconocido Zapatero a la cabeza, ganaba las elecciones generales y barría al PP.
22 de mayo de 2011. El PP arrasa en casi todas las comunidades y capitales españolas y le da una patada al PSOE a solo nueve meses de nuevas elecciones generales.

Entre una fecha y otra los años transcurridos son muchos. Siete, sí. Y las diferencias en mi caso son muchas. Entonces yo llevaba ya un año trabajando en un periódico señero de Sevilla que hoy se debate entre el engaño de sus dirigentes y el despido con ERE incluido de sus trabajadores. Empezaba con ilusión a trabajar, conseguía mi primer contrato laboral y creía en la posibilidad de avanzar. Hoy, la situación es otra. Echo de menos una redacción mientras vivo la jornada en casa de mis padres. Sí, con 30 años y en casa paterna porque la situación de parada no me deja volver a la independencia que ya tenía creada. De momento, la posibilidad de encontrar trabajo se reduce a la nada. Sin embargo, mantengo la esperanza de que todo cambie. En 2004 también la tenía -la esperanza digo- y sucedió por un tiempo -el cambio, claro está-. En unos años se creó un clima de esperanza e ilusión social que poco a poco se fue perdiendo gracias a la maldita crisis. Ahora seguimos con la "desaceleración económica" pero no sé si este cambio electoral se traducirá en lo que nos preocupa a todos: el trabajo.

Tal vez con las concentraciones del 15M los políticos se hayan enterado que no todo nos vale, que los españoles también piden que las cosas cambien, que todo no puede seguir así. No nos sirve que las hipotecas nos ciñan la vida. No nos sirve que la gasolina nos arruine el fin de mes. No nos sirve que sean siempre los mismos en el poder. No nos sirve tener un futuro cero. No nos sirve la desilusión. No nos sirve la explotación del ladrillo. No nos sirve la explotación del becario. No nos sirve la ayuda a los banqueros. Nos sirven otras medidas, otras realidades y, por eso, hay que seguir luchando.

viernes, 20 de mayo de 2011

Trotaletras

Publicado en El Mundo-El Día de Baleares (20-5-2011)

ANTI-YO

Por Marcos Torío

LA ÚNICA RAZÓN de ser de los mítines es la publicidad gratuita en los medios de comunicación, la promoción del vacío de líderes sonrientes rodeados de gente depositada en el recinto de turno por autocares organizados con diligencia militar. La inercia, esta vez descafeinada por los mordiscos de la crisis. Por motivos puramente laborales, asistí a los mítines del PSOE y del PP. Mediocridad a la baja. Inanición, aunque la oratoria de teletubbies de los conservadores casi convierte a los cínicos idealistas de Zapatero en Obama. Gobernar de boquilla está al alcance de cualquiera con un mínimo de carisma. Droga dura en el campo de gaviotas.

Los miles de personas que se concentran en la Puerta del Sol deberían haber sido la audiencia de ambos auditorios para que los loros –con o sin chuleta– percibieran el frío que provoca la palabrería hueca en quienes tienen claro lo que necesitan y lo que no. Los mítines son un paripé narcisista que riega la vanidad de políticos desapegados del asfalto. Entre vítores integristas, pagados con una excursión y bocata, levitan sobre su ego.

Hay más verdad, denuncia y pegada en cualquier pancarta a pie de plaza que en todos los reproches pueriles del bipartidismo. o lemas de campaña. «No soy antisistema, el sistema es anti-yo», «Violencia es trabajar por 600 euros», «No tenemos miedo, es amor al pueblo».

El Yes, we camp es un movimiento ciudadano admirable de una generación sin futuro –en el mundo capitalista, para qué negarlo– al que se han unido parados de todas las edades, familias sin recursos y jubilados. La heterogeneidad desmonta las tesis de quienes arremeten contra el perroflautismo ocioso que tira de visa familiar por más que Esperanza Aguirre denuncie la presencia de «muchas organizaciones de la izquierda radical». A ella, que duerme en palacete, le preocupa que la acampada esté frente a la sede del gobierno autonómico y no en La Moncloa. Está interesadamente perdida porque como al resto de políticos –de todos los colores sin excepción– únicamente le preocupa cómo aprovechar o desactivar el posible efecto en el 22M. El ombliguismo una vez más, justo lo que le reprocha un movimiento pacífico y admirable que se declara apartidista y asindical, que no apolítico. Traducir la movilización en términos electorales sólo exhibe la ambición profesionalizada de los políticos y la falta de respeto por la ciudadanía.

El PP busca a Rubalcaba detrás de cada tuiteo –los SMS son ya historia– y se le abren las carnes de las mayorías absolutas al evocar un efecto 13-M. ¡Manipulación, manipulación! El PSOE intenta mecer hasta las urnas el descontento, más propio de sus electores. El votante de izquierdas es más crítico y castigador frente a la fidelidad del de derechas. Pero a uno, a otro y a todos los demás –vergonzosa y patética la apropiación de Grosske– les han dejado fuera de la protesta porque va contra un estado de las cosas, una forma de gestionar que ha creado –como proclama una pancarta– la otra Generación ni ni: no quieren ni políticos ni banqueros.
A la plataforma Democracia Real se le reprocha falta de concreción –aunque demandan la modificación de la ley electoral– e inconsistencia de propuestas. Que no les acompañe la hondura del 68 no les resta mérito. En los tiempos de la globalización, del ritmo fragmentario, del análisis en 140 carácteres, del estrés de las prisas banales y el egoísmo, la protesta ya es un hito. No existe una mayor base ideológica porque no quedan valores a los que aferrarse, porque se han escurrido entre el subidón triposo del ladrillo, los brotes secos de Zapatero, el colapso financiero, el rescate de bancos, la fría cola del paro, los corruptos en las vallas, el precio de la gasolina, los coches oficiales y los directivos con la saca llena de billetes.

El nivel es tan bajo que la indignación no necesita un tratado filosófico ni político como base cuando se dirige a partidos a los que sólo les preocupa el corte de su mitin que entrará en directo en el telediario.

viernes, 6 de mayo de 2011

Recuerdos

La música te puede llevar a otros tiempos, regalarte sensaciones del ayer y envolverte en la ilusión inocente de otra época.

viernes, 29 de abril de 2011

Trotaletras

PUBLICADO EN EL MUNDO-EL DÍA DE BALEARES (29-04-2011)

Centímetros

Por Marcos Torío

DE MADRUGADA, zapeo y zapeo entre brujos y cartomantes hasta toparme con el anuncio de Jes-Extender, pieza cumbre de la teletienda y de la publicidad trash. Va más allá de la baba de caracol reafirmante y de los cuchillos de circo que lo mismo cortan tomates que latas de refrescos. Los dos minutos del alargador de pene arrancan con un señor de cincuenta y tantos, calvo, con bigote y piernas cruzadas en pantalla. Mira a cámara, abre los dedos de la mano y proclama orgulloso: «Cinco centímetros me ha crecido». A su lado, su pareja. Una rubia joven, lozana y recauchutada, con boca y rubio porno, junta el pulgar y el índice formando un círculo: «Así es y el grosor [de ahí el gesto], perfecto». Después, otra chica, que podía ser la vecina de cualquiera (al cliché del cine x hay que sumar el españolito medio para ampliar mercado) se acoda en la ventanilla del coche y confiesa, ufana: «Yo, a mí, yo no sé los demás que dirán, pero a mí, me gustan grandes».

Hay que mermar la autoestima del cliente potencial con ejemplos de presión social antes de enseñarle el aparato de tortura, un gadget propio de la Inquisición del culto al cuerpo, un tensor ortopédico como los fijadores que inmovilizan la pierna de un accidentado. Cuando el Jes-Extender se aparece y la voz en off explica su aplicación mediante una animación, desde casa entrecierras los ojos y te proteges con las manos como si Cristiano Ronaldo estuviera a punto de chutarte una falta a toda potencia en la entrepierna.

La doctora Ana Puigvert, presidenta de la Asociación Nacional de Andrología, participa en un congreso sobre el tema que se celebra en Palma y asegura que la demanda de alargamientos de pene no para de crecer entre los jóvenes. Todos quieren el famoso vaso de tubo de Nacho Vidal, un percutor de hombría a la altura del estereotipo alimentado por una sociedad hipersexuada donde a las adolescentes les aflora el hilo del tanga por encima de las presillas del vaquero y la carne que no se expone no existe.

La mujer ha invertido el rol, le ha dado al hombre su propia medicina y coloca sobre su pubis la presión que históricamente arrastraba ella. Igualdad por contraataque. El prototipo de Ken –filtrado por la languidez de un crepúsculo– exige cejas pellizcadas por las pinzas, músculos adulterados en el gimnasio, depilación definitiva y bulto torero donde tampoco se permite vello. Será una moda, será pasajera, pero, como todas, es fruto de un culto al cuerpo que pasa de la salud razonable a la esquizofrenia estética (y de esteticista). A Ra gracias que la carbonización de los rayos uva empieza a estar tan anticuada como un karaoke. Las campañas de concienciación sobre el cáncer de piel han surtido efecto y ahora lo trendy es acercarse a la transparencia de Alaska. Hay que tener valor y escaso sentido del ridículo como para quedarse de pie en pelotas entre lámparas bronceadoras como si fueras Jeff Goldblum a punto de mutar en mosca. Todo por un bronce antinatural a lo Donatella Versace y pelear por una plaza en el infecto Mujeres, hombres y viceversa.

El fenómeno del alargamiento de pene es una imprudencia comercial para inseguros dispuestos a tratar su miembro como una morcilla al gusto XL sin que cale el mensaje de los expertos sobre la funcionalidad y medidas del pene medio. El españolito puntúa unos discretos 13,5 centímetros en la tabla europea, mientras jóvenes más próximos en la métrica al mito africano sueñan con tutearse con Rocco Siffredi y entran en un quirófano a aflojar tendones pélvicos por ganar uno o dos centímetros. Todo muy loco porque se supone que la calle está llena de mujeres como las del anuncio, se tiene por cerebro un micropene, se ha creído que no hay genética resistente al cirujano y no dejan de eyacularse apariencias en un mundo de viagra perenne.

viernes, 15 de abril de 2011

Periodismo

Sigo hoy un hashtag en Twitter de la Asociación de la Prensa de Madrid. Se llama #laboratorioAPM y en él van vertiendo los titulares más destacados de la quinta sesión del Laboratorio de Periodismo de la APM, dedicada esta vez al análisis de los nuevos perfiles profesionales. Llega el turno de uno y otro y me topo con la opinión de una de las ponentes. Lucía Herranz del Toro, directora de Hilo de Comunicación, dice lo siguiente: "No se puede estar con la idea de que me tienen que contratar y cobrar desde el primer día". Ah, ¿no? ¿Y entonces que hacemos señora? ¿Ese es el futuro que les queda a los que empiezan ahora, a los que nos enganchamos de nuevo?

No sé ni por qué utilizo la primera persona del plural. No sé si esta profesión me pertenece todavía como periodista o como una profesional formada en nuevas materias que también busca otras salidas. En ese intento de sobrevivir a esta situación desesperada, lucho por tener en mente por qué estudié periodismo. Recuerdo que lo decidí en el instituto tras una conversación con una persona que no era importante en mi vida. Yo no sabía si elegir el bachillerato de ciencias o letras. Quería ser periodista o matrona. Sí. Profesiones muy dispares pero me gustaban ambas. Al final, me decidí por eso de juntar letras y pensar en ellas para comunicar algo, para darle voz a la calle.

Empecé con mucha ilusión en el mundo laboral, como la mayoría de mis compañeros. Sin embargo, hoy, nueve años después de esa primera vez de pisar una redacción, los sentimientos son otros. Son sobre todo de tristeza por sentir que esta profesión se me escapa de las manos. No sé si por la maldita y repetida crisis o porque los medios de comunicación están en el cambio más importante de todos los tiempos. Internet es el porqué de todo, del avance, de esta evolución comunicativa que me hace seguir a @pedrojramírez, director twittero de El Mundo, pero al que no le puedo comunicar, ni yo ni nadie, nuestra situación desesperada.

Pese a todo, hay una llama dentro de mí que me ayuda a continuar, a pensar que sí puedo vivir de esta profesión deseando tener contrato y sueldo desde el primer día porque Señora Herranz del Toro, mi profesión y la suya es como la de cualquier otro y tiene que ser igual de digna que las demás, igual de reconocida y eso viene dado no solo por su valor ético con la sociedad sino por las condiciones laborales de quienes la desempeñan. Ojalá, opiniones como la suya no se escuchen más en foros sobre periodismo. ¡Ojalá!

viernes, 8 de abril de 2011

Trotaturismo

Publicado en El Mundo-El Día de Baleares (8-4-2011)

Torrente: misión en Mallorca

POR MARCOS TORÍO

Situación imposible: finales de los 60 y en los cines, además de ruiseñores y marisoles, triunfa un tipo casposo, xenófobo, putero, guarro e inútil. La taquilla se rinde ante Torrente: misión en Mallorca. En el cartel: el policía, dos suecas de carnes prietas y cascos ligeros, Catedral de fondo y Alfredo Landa con cara de bobo y baba pegada al par de culos escandinavos. En la peli, se limpia la manteca de las ensaimadas en la camisa y se ríe de los emigrantes españoles que han liado el petate en sus tierras sin curro y trabajan en la hostelería. (voz torrentiana) –Eh, tú, forasterillo, tráeme un platito de frito mallorquín. Rapidito, que te mando a tu pueblo en el barco de rejilla.

El andaluz agacha la cabeza (primero dice «zí, zeñó, ahora mismito» –siempre con la zeta para alimentar el tópico–) y va a la cocina. El público ríe y, de repente, en la próxima escena, Torrente monta en un seiscientos veloz como el DeLorean de Marty McFly y aparece en pleno 2011 en el I Foro de Turismo de Palma con la chaqueta llena de lamparones a punto de escuchar el parlamento del presidente de Fomento de Turismo, Pedro Iriondo: «La imagen que se da de la Playa de Palma es para no volver. ¿Cómo podemos tener gente que repita en este destino cuando hay trileros, rumanos, prostitución y masajistas en las playas?». José Luis acaricia su pin del atleti, se rasca la entrepierna y grita: «¡¿Rumanos? Quita bicho, a robar a su país, pero que se queden las putitas, aunque sean negras!».

Iriondo encajaría como personaje que prepara el chiste a Torrente, pero se le ha ido la boca de las generalizaciones en la vida real de chaquetas y lobbies de influencia. El comentario –¿acaso no tiene España un pequeño Torrente dentro?– pasaría el corte en una barra de bar de barrio -escarba que te escarba con el mondadientes- o en la sobremesa de puro y copazo de Soberano, porque hay muchos que toman la parte por el todo. Pero vomitarlo así, en público, entre los entendidos del sector, suena tan xenófobo como lo es.

Habrá rumanos que roben autorradios y rumanas que metan mano a los bolsillos del paseante, trileros que estafen la rapidez visual del guiri y africanas que vendan su garganta en una esquina oscura por tres euros. Independientemente de donde hayan nacido y de donde hayan emigrado, también los hay que doblan el lomo para hacer las camas donde duermen los turistas y sirven lo que se van a comer. Son mano de obra barata, tal y como lo fueron los forasters a los que se mandaba al barco de rejilla y que, en un beneficio mutuo, levantaron la economía de Mallorca de la misma forma que la isla les puso un plato en la mesa y les llenó de ahorros el petate.

El discurso de Iriondo muestra una falta de respeto absoluta hacia los extranjeros que no se ganan la vida como él señala –si eres rumano, parece que te toca ser maleante de serie, lo siento– y demuestra que ha venido de visita a estos tiempos en el coche de Regreso al futuro.
Si se refiere a la falta de cualificación, los entendidos como él deberían invertir en la formación de los trabajadores y mimar sus condiciones porque las señoras andaluzas, extremeñas o de donde sea que llegaron, las que se dejaron las articulaciones en los hoteles por dos duros, están jubiladas con sus fibromialgias y reumas o disfrutando de un trabajo menos duro. Que se lo han ganado.

Los inmigrantes no deben ser los nuevos forasters de la hostelería ni Torrente debería salir del cine, donde uno puede reírse de este país que ya no vive al son ingenuo de una canción de Marisol.

lunes, 4 de abril de 2011

Reflexiones

El anuncio de Zapatero va a dar mucho que hablar y escribir. Twitter, Facebook, medios on line... Todo echa humo. Tanto, que ya empiezo a estar cansada y todavía no se han celebrado ni las primarias. Me pregunto si esto que ha comunicado lo ha hecho para callar las bocas de unos, para dar alientos electorales a otros o simplemente para descansar. Lo que sí está claro es que desde que ayer lo dijo, no se habla de otra cosa. Y la que nos queda, que dirían algunos. Pues sí. La que nos queda porque digo yo: si algún presidente dejara su ego y se pusiera a escucha a pie de calle, ¿las cosas cambiarían? ¿Sería consciente de la importancia que los ciudadanos le dan al paro? ¿Sabría que la gasolina no deja de subir? ¿También las verduras? ¿Podría en marcha medidas reales para crear empleo estable y de calidad? ¿Escucharía o negaría la palabra a los banqueros? ¿Dejaría que sus votantes se fueran a trabajar a otros países porque en el suyo no hay ná pa nadie? Demasiadas preguntas sin respuestas. Muchos interrogantes para quedarse en el vacío del "nadie sabe nada de cómo va a salir esto". Yo tampoco lo sé pero sí conozco mi realidad y la de otros tantos que me acompañan en la cola del paro después de haber estudiado una carrera universitaria, un máster y tener casi una década de experiencia laboral. ¿Para qué tanto? ¿Para qué estudié pensando en lo que me decía mi madre y mi abuela? "Niña, estudia que este es tu futuro". A estas alturas de la cuestión, no sé si mi futuro depende de mis estudios o de qué... Lo que sí tengo claro es que mi presente no pasa por alabar a un presidente que empezó por dar aliento sobre la creencia de que la política se podía hacer de otro modo y ahora se marcha con el fracaso debajo del brazo.

viernes, 1 de abril de 2011

Colores de día y noche


El sitio de mi recreo tiene sombras de molinos. Es un lugar que presume de días llenos de sol, de luces radiantes, que estimulan la alegría más interior. Mientras van pasando las horas del alba, acoge los azules más tranquilizadores, serenos e infinitos. Va andando el día y con él los naranjas más cálidos se van tornasolando para recibir la noche. Es entonces cuando el negro y los destellos del plata entran en escena y forman una invitación a la reflexión más noble.

lunes, 21 de marzo de 2011

viernes, 18 de marzo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

Soltera: mujer en peligro de extinción

Suena el teléfono. Lo cojo y reflexiono con una amiga sobre una realidad: la mujer soltera nada entre un mundo de parejas. Es curioso. ¿Qué soltera no ha salido rodeada de parejas? ¿Qué soltera no ha ido al cine con su amiga y su novio? Personalmente es algo que nunca me ha importado. Más que ver como un estorbo a los novios de mis amigas, siempre los he visto como alguien nuevo a quien conocer y del que aprender. Sin embargo, tengo algunas amigas, también solteras, que todavía se sienten mal cuando van a una fiesta y ven a todo el mundo con su media naranja. No las entiendo la verdad. Su discurso siempre es el mismo: "Me sentí tan mal entre tanta pareja / No entiendo por qué no puedo quedar con mi amiga sin que venga él / ¿Por qué hay tantos hombres ennoviados?". Yo le contesto que así es la vida. Vamos creciendo, madurando y las situaciones cambian. Si antes te preocupaba qué ropa te ibas a poner y llamabas a tu amiga para saber si se iba poner la misma camiseta que tú, ahora tus intereses son otros. Ya no preguntas por la ropa ni por el maquillaje, ahora directamente buscas un restaurante molón donde gastarte las pocas perris que tienes en el bolsillo. ¡Y vaya si la situación ha cambiado! Precisamente le decía a esa amiga que yo ya no me sorprendo por mis amigos emparejados, ahora me llama la atención el número de embarazos que me rodean. Tengo cinco amigas en estado de buena esperanza. Sí. Cinco. Ese número que lleva premio. Fíjate si empiezo a estar metida en el mundo que hoy me he sorprendido a mí misma mirando ropa en una tienda de bebés... Conclusión: la vida va por etapas y si la de mi single friend está en la de vivir rodeada de parejas, la mía está en la del baby-boom. Ahora mis conversaciones versan sobre los hematomas uterinos, los centímetros de útero borrado, las ropas, las cunas, los carritos, las primeras patadas, las ecografías tridimensionales, los posibles nombres, los nombres elegidos, las fatigas, los dolores de espaldas, los reposos obligados, la falta de sueño, la pesadez, las manos y pies hinchados... Pero no hay drama por mi parte porque lo curioso es que ese amor que sientes por tus amigas se va ampliando a su pequeño o pequeña. Y entonces empiezas a pensar en él o ella como alguien más del grupo, al que ver de vez en cuando y con el que disfrutar en un futuro cercano.

sábado, 5 de marzo de 2011

Hermana pequeña

Siempre pensé que ser la pequeña de casa me traería algún privilegio. Sin embargo, me equivoqué. Con el paso del tiempo, no solo he comprobado que mi hermana, la mayor, ha sido más lista sino que también ha tenido más suerte. ¿Algún ejemplo? En mi casa, mi infancia pasó por alto para el fotógrafo. Si de mi hermana hay alguna foto, de mí se olvidaron por completo. Es como si no hubiese existido desde mi bautizo hasta los cuatro o cinco años. También heredé su ropa, bueno alguna porque ya entonces tenía mayor tamaño que ella. Me quedé con sus libros y compartimos bicicleta. Pero bueno, eso no es nada. Lo que sí es común es que ella se vaya antes de casa y, entonces, los papis quedan para la peque. Y no tiene que existir una boda para que ello se produzca pero sí es verdad que los mayores se van antes. Cuando eso ocurre, las conversaciones con tus amigas, también hermanas pequeñas, giran en torno a lo mismo: "Mi hermana es muy lista/ Mis padres lo están pasando fatal/ Nunca pensé que mi madre pudiese llorar tanto". Pero pasa el tiempo y te das cuenta que tu hermana ha sido la mejor de casa. Ella supo antes que tú que los problemas de ellos no eran los tuyos. Ella supo frenarles a la hora de llamarnos tanto. Ella puso antes la razón que el sentimiento. Ella construyó antes su camino y se separó del maternal. Ella, en resumen, emprendió su vida porque tu vida es tuya y de nadie más, ni siquiera de tus padres por mucho que los ames.

viernes, 4 de marzo de 2011

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ana Droga Quintana

Ya está pasado un poco de rosca pero es que no me deja de sorprender la actuación de la que ya lleva ocho TP a la mejor presentadora. O esta mujer está loca o nos toma el pelo y nosotros, el público, nos lo tragamos tan tranquilos.
Ya lo hizo con su famoso error informático. Entonces, nos coló esa historia para justificar su plagio literario. Y lo hizo así. Lo soltó en directo y se quedó tan pancha.
Ahora la periodista empresaria vuelve con lo mismo. Da una noticia en su programa y la defiende. Dice ella que ha hecho lo que todo periodista haría. Mentira. Yo soy periodista y no utilizaría las artimañas de su productora para obtener las palabras alteradas de una mujer nerviosa, desubicada y, para colmo, deficiente mental. Vaya ejemplo de periodismo. Vaya ética periodística la suya.

martes, 22 de febrero de 2011

Norma

Vive en Palma. Había oído hablar mucho de ella. Un buen amigo me contó y me cuenta muchas historias de ella y de su madre. "Me llamó y me dijo que apuntara estos números. /Cuando entré por primera vez en su casa, su madre notó la presencia de mi abuela. / Me dijo que me fuera a Londres, que cuando volviera tendría trabajo y fue así. No se equivocó. / A ella la conocí por la calle y le dijo a su madre: sé que vamos a ser buenos amigos". Nunca me había atrevido a ir a verla. No sé por qué. Seguramente sería por el miedo a comprobar que otros te pueden conocer sin tan siquiera hablar. Estas navidades me atreví. Me acompañó él y una amiga bastante escéptica que todavía me pregunta por las cosas que me dijo para comprobar, muy metódica ella, si van ocurriendo o no. Sin embargo, a mí me pasa todo lo contrario. No pienso en lo que me dijo de los planes vitales porque lo que más me conmocionó fue que pudiera conocer mi interior sin yo mostrarle nada. Es raro que alguien te mire y te diga cosas que tú no le has dicho. Al menos no es la norma común. La gente suele ir conociéndose poco a poco a medida que la conversación, la empatía y simpatía fluyen entre ellos. Sin embargo, hay quien te mira y te descubre. No sé cómo llamarlos. Si brujos, adivinos... Ni idea. Lo que sé es que antes no creía nada en ellos y ahora parece que sí. Ahora ando arreglando cosas que me recomendó. Intento no liar tanto el ovillo mental y comprender que esto es la vida porque, según ella, ahora me he dado cuenta de lo que se trata. A buenas horas, dirían otros. Pues sí. Pero bueno ahí andamos y mientras tanto busco laburo, que llegará lo sé. Ella también dice saber. Ojalá sea así.

domingo, 6 de febrero de 2011

Vida

Me sorprendí a mí misma mirando a una madre que amamantaba a su hija en plena entrega de premios de la Asociación de Periodistas Cinematográficos de Andalucía. No podía entender que ella tomara ese acto público para realizar uno que se considera íntimo. No sé si quería dar ejemplo con su hecho pero el lloro de la niña boicoteó al premiado, y a este no le gustó. Tampoco al público. De ahí salí enfadada con las madres que no se plantean donde llevan a sus hijos . Tenía hambre y corrí a la Alameda, tierra antaño de putas y yonkis, lugar hoy de "neopijos" con carritos de niños y gin-tonics en la mano. Contemplé el comportamiento de ellas y vi a dos madres más amamantando a sus respectivos hijos. ¿Será que está de moda hacerlo en público? No lo sé. Y entre acto y acto recibí una mala noticia: ella se había muerto. Una mujer que se bebía la vida, que rompió moldes en su modo de afrontar esa enfermedad maldita, ejemplo para todos y todas de cómo se debe caminar. Igual que esas madres daban el pecho sin temer las miradas de los demás, ella se engulló la vida sin mirar a su alrededor para apartar los miedos. Disfrutó de las pequeñas cosas para, como Joan Manuel Serrat cantó un día, tener un tiempo de rosas. Luchó por tenerlo y lo consiguió hasta que otro más grande venció. Grande Paky. Grande el ejemplo de ellas. Grande el tuyo porque la vida comienza y termina. Eso lo sabemos. Pero la valentía debe estar tanto al principio como al final y tú la has tenido.

domingo, 30 de enero de 2011

Tarde de domingo

Los domingos son esos días en que te levantas y solo piensas en la hora para acostarte de nuevo. Aburridas, cansinas, holgazanas, enfermizas... Así son las tardes de domingo.

domingo, 23 de enero de 2011

Twitter

Debo confesarlo sin tensiones ni timideces de por medio: estoy enganchada a Twitter. Hace solo unos meses que lo utilizo pero cada vez me tiene más fascinada. Cuando estoy inmersa en él me acuerdo de esos amigos que rechazan las redes sociales, que huyen de mostrar sus intereses ante los otros. Y me dan pena. Jar. No sé. Pero creo que se pierden la revolución comunicativa. La posibilidad de comunicarte con gente del otro lado del charco, de conocer sus intereses, de saber de su día a día. A mí me fascina todo esto. Amo la comunicación. Soy un animal comunicativo y todo lo que tenga que ver con su futuro, me seduce por completo. ¿Qué es Twitter? Algunos se empeñan en definirlo, en describirla, en decir sus virtudes... Para mí es lo siguiente:
- Concebir la vida en 140 caracteres.
- Hablar con gente que tienen una @ delante de sus nombres.
- Acceder a sus listas.
- Conocer a mis seguidores y los suyos.
- Saber de los Globos de Oro por sus protagonistas (@evalongoria, @don_draper).
- Ver una fotografía del rodaje del último capítulo de Modern Family (@sofiavergara).
- Estudiar los dimes y diretes sobre la #leysinde.
- Comunicarme con gente a la que admiro (@alejandrosanz, @borisizaguirre, @alexdelaiglesia, @atomm, @santiagosegura).
- Seguir un programa en directo por los comentarios de los demás (@Granhermano, #DBT).
- Leer la prensa a través de los enlaces de otros (@europapress, @el_mundo, @elpais, @publico_es).
- Buscar empleo (#empleo, #trabajo).
- Saber las novedades de los lugares que amo (#Mallora, #Málaga, #Formentera, #Madrid).

Y se me quedan cosas pero es que las estoy descubriendo. Y eso es lo que más me fascina: todo lo nuevo. Todo lo que tengo todavía por aprender. Todo lo que tengo por caminar.

miércoles, 19 de enero de 2011

Luz

Y entonces un día te levantas y ves que la luz que entra en tu habitación es otra. No mejor ni peor pero sí más luminosa que aquella otra, esa que contemplabas hace solo unos días. En esos momentos, te invade la nostalgia por los amigos, el día a día... Y añoras esa rutina construida durante los últimos años. Sin embargo, la pena no se apodera de ti. Es imposible hacerlo con esta luz. Es muy difícil que pase cuando la felicidad y la seguridad se va apoderando de tu alma. Y así, sin pensarlo, empiezas a tocar puertas. Toc, toc. Y quien pensabas que no te la abriría, lo hace. ¿Por qué? No lo sé. Solo soy consciente que eso me hace feliz y, por supuesto, con eso me quedo.

Trotabingo

Me había olvidado de colgar esta columna publicada por El Mundo-El Día de Baleares el 15 de enero de 2011. Es de mis favoritas.

Primitiva, la del bombo


POR MARCOS TORÍO

EL NOMBRE marca, nos fija para toda la vida en formularios, documentos oficiales, en la boca de los demás y en la propia. Hay quien lo tunea con diminutivos o directamente se lo cambia por una mañana de cola en el registro. Los pijos son un caso aparte porque, se llamen como se llamen, acaban por designarse con una combinación de dos sílabas, muchas veces desligada de lo que figura en el DNI. (Nota: si el nombre ya tiene dos sílabas, también lo cambian). Puedes ser Eugenia de bautismo y que te llamen Cuqui, Piti, Mili, Cari, Cori, Core o Pelu. De Pelusita bonita, este último. El almíbar de los niños del jersey a rayas y el Audi blanco. Y siempre dos sílabas. Los pijos huyen de las esdrújulas al tratarse.

Hay quien, por destino o ironía, confirma o desacredita un rasgo de su carácter o profesionaliza lo que le tocó al nacer: una comadrona llamada Dolores, una ganadera que responde por Lidia, Angustias que vive con el alma en pena, Modesto el presuntuoso, Prudencia la impulsiva o el enterrador que se apellida Camposanto. Al leer un nombre como el de Primitiva Parrona, uno la imagina arrodillada con su brochita como arqueóloga del equipo de Arsuaga en las excavaciones de Atapuerca o despachando boletos en una administración de lotería. La vida, el destino, la ironía o la noticia la ha sacado del anonimato, del local parroquial donde ejerce de binguera. Se impone la segunda opción, la del juego. El Homo Sapiens espera a otra Primitiva.

La señora con nombre de juego de azar ha pasado de gentil colaboradora en el ocio de los ancianos al runrún de una presunta apropiación indebida de parte de la pasta recaudada por los cartones.

El asunto arrancó con una intervención policial en el local de marras y pilló a los mayores con el rotulador tembloroso y el cartón a medias. La perturbación terminó elevada por contagio emocional de los presentes a golpe de Estado. Los tejeros de los bingos irrumpieron en la sala como si aquello fuera Atlantic City en los años 20. La otra parte habló de pulcrísima entrada. Pintaba más bien a control respetuoso para matar la jornada que al poderío de una operación con apellido.

Primitiva, desde su púlpito de micro y bombo, como Mesías del entretenimiento, clamó tranquila contra los poderosos bingos que denunciaban competencia desleal –¿alguien ve a un jubilado de pensión mínima dilapidando sus ingresos en un local reglamentado?– y, ella, voluntariosa, voz en números de los desvalidos, siguió a sus bolas.

La idealización de la tercera edad como grupo incapaz de delinquir protegía a Primitiva de los impertinentes polis, pero la investigación y las denuncias apuntan a que los mejores bingos se los llevaba ella. Un piquito de aquí, un piquito de allá y han cantado un sueldazo. Presuntamente, claro está.

Muchos pensionistas tomarían la dentención de Primitiva o, peor aún, el desmantelamiento del bingo como el fin de sus vidas. He visto cómo señoras, entregadas a su afición, lloraban para las reporteras de los magazines sólo de pensar en el trágico desenlace. ¿Qué mal le hacemos a nadie?, preguntaban entre pucheros. Ninguno, la verdad. Es más, el juego, por la escucha atenta de los números y su búsqueda, ejercita la concentración y mejora sus capacidades intelectuales, más allá de las tramas de Amar en tiempos revueltos. Y les entretiene que es a lo máximo a lo que aspiran partida tras partida. Sin embargo, la lógica resistencia y miedo a los cambios no debe impedir que se aclare lo que ocurría con el dinero que falta. Si es inocente, la señora Parrona seguirá alegrando tardes, pero si no es así, que les busquen otra binguera a los ancianos: una que se llame Fortunata y reparta íntegramente los especiales.

domingo, 9 de enero de 2011

Punto 0

Recorrió mil kilómetros en apenas tres días. 48 horas en la gran ciudad servían para cerrar un año y medio de vida allí. Madrid se alejaba al fondo y ella lloraba. No se podía creer que esta etapa también acababa. Ahora quedaba 2011, un año en el que encontrar trabajo (buscar ya lo hacía), cumplir todos los propósitos que nunca se hizo y encontrar ese camino que se empeñaba en no despejarse. Pero ella luchaba y lucharía. Ya lo creo que sí.
En el coche escuchó un viejo disco. Lo sacó de su guantera y saboreó canciones como esta. Erótica es un adjetivo para definirla.