No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

martes, 13 de abril de 2010

"Godofredo había leído eso en un libro. Inspirándose en Leeuwenhoeck, se compró un microscopio para examinar su esperma, pero mientras que el holandés examinó también otras secreciones y excreciones de su propio cuerpo -heces, orina, saliva-, Godofredo sólo se interesaba por el semen. Hasta entonces, todo lo que conocía sobre ese fluido era su olor a desinfectante, y también el hecho de que contenía espermatozoides que podían dejar preñada a una mujer. (...) Fertiliza o muere, era el lema de los cuatrocientos millones de espermatozoides contenidos en una eyaculación. Sólo una escapaba. La mortalidad de esos seres no tenía igual en la historia de las catástrofes".
Secreciones, excreciones y desatinos. Rubem Fonseca

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