No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

lunes, 4 de febrero de 2008

Londra


Cuando llegas a Stanted, uno de los cuatro aeropuertos que tiene Londres, el avión vuela a tan poca altura que te permite ver la ciudad así. Los puentes que cruzan el Támesis y las luces de las millones de calles que componen la ciudad saltan a la mirada de cualquier pasajero aéreo. Fue una de las primeras imágenes que tengo de Londres, una ciudad fascinante que no deja de sorprender nunca ya sea por la gente que camina por sus calles (de todo tipo), por sus casas victorianas (en el siglo XIX ya pensaron en Londres en eso de los unifamiliares pareados del Aljarafe) o por el metro (viajar en él es percatarse de que existe otra ciudad, la underground).
Me fascina. A mí y al mundo entero. Sobre todo, a esos ocho millones de habitantes que tiene, enamorados de un modo de vida donde el frío deja el cutis como una piel de ciruela y las noches se engullen los pocos rallos de sol que tiene el día. Ventajas y desventajas que enamoran al visitante más enfadado con una ciudad arrebatadora de hermanas confidentes y amigas. Menos mal que esto, la ida de una hermana, es un buen motivo para hacer de cualquier fin de semana el mejor del año.
P.D. Próxima parada: Budapest, Hungary

2 comentarios:

Jose Juan Ramos dijo...

Algún día iré a Londres. Seguro que me aucerdo de tí. Espero que sigas escribiendo como siempre (al menos desde que te conozco, jajaja). Un beso!

Anónimo dijo...

La hermana que Londres te arrebató hace casi 5 años tiene los dias contados en esta ciudad.
La echaré de menos, claro está. Pero siempre podremos volver y admirarla desde las alturas cuando el avion la cruce antes de dirigirse a Stansted Airport..