Todo

Hago como Don. Escribo por terapia contra la negritud mental, esa que abandoné hace tiempo. Mientras tanto, dejo de escribir pensamientos oscuros y leo más. Fijo la mirada en columnistas, libros, blogs, carteles, periódicos, revistas... Todo. Fijo la atención en artículos como el escrito por Rosa Montero en El País del domingo. Porque, sí señor, los amigos son mi patria y, para mí, esa patria es muy exigente. Porque quiero crecer con mis amigos, envejecer con ellos, ir trenzando a la espalda, con esos testigos de mi vida, años y años de una biografía compartida. Sin duda, ese debe ser algo absolutamente maravilloso. (Lo dice la señora Montero y yo lo suscribo).