No busco nada. No busques nada. Todo es producto de nuestra imaginación.

sábado, 16 de mayo de 2009

Trotamillones

Publicado por El Mundo-El Día de Baleares (16-05-2009)

Todos somos nuevos ricos

MARCOS TORÍO

MI FECHA de nacimiento tiene tres números doblemente repetidos y un siete solitario. En la conjura de hados loteros, no se me ocurre una combinación ganadora con estas variables. La primera joven mallorquina hipotecada y feliz –términos intrínsecamente antagónicos a los 25 años– ha reventado su saldo alternando cifras aleatorias con alguna técnica de homenaje natalicio. Cuando le pregunten por la crisis responderá que la nerviosa se le pasó en un rato. Los quebraderos de cabeza le durarán más.
Resumo su suerte con todos los ceros posibles: 126.000.000 de euros, 21.000.000.000 de pesetas, que impresiona mucho más. Ella, su boleto virtual y el pelotazo real han borrado de la cola del pan duro y los bares de pitillos parados la angustia por la situación económica. Al menos un momento. La curiosidad de ponerle rostro no supera la necesidad de proyectar qué haríamos cada uno de nosotros con esa ingente cantidad de billetes. El subidón de la imaginación nos iguala libres de impuestos, aunque el anonimato del exceso se asemeja tanto a la felicidad como a una condena en soledad, la de ocultar la condición de multimillonario. ¿Cómo se puede callar algo así?Aquí no hay cava barato regando el aguaplás de gordo navideño, cámaras grabando felicidad efímera ni pilas nuevas en el despertador de la rutina. Todo el mundo ansía dinero, experimentar la dicha del azar, pero no cualquiera está preparado para que unos números le cambien completamente la vida.
La euromillonaria andará inmersa en un reparto de minifundios económicos, una suerte de pedrea sanguínea con la que jubilar anticipadamente el RH familiar y disparar contra el cariño renovado de los chupabilleteras, léase círculo más o menos íntimo y bancos, ávidos de liquidez privada.
La otra ganadora será la web de serviapuestas, beneficiada por el comportamiento supersticioso y absurdo del jugador, que pasará a apostar en Internet con la creencia de que la red les traerá suerte. Todavía resiste el fenómeno Sort, que alimenta su leyenda por la cantidad de números vendidos más que por su reparto de premios en los últimos tiempos. La probabilidad como negocio. Es de cajón que la administración que más despacha sume puntos a la hora de repartir. Lógica más allá de ludópatas o estadistas.
Hagan sus apuestas. Les dejo pensando en gastar lo que les queda de los 126 millones. Si es el caso, borren el todoterreno de la lista. No pequen de nuevo rico.

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