La mente no para. Ni siquiera después de meterte de lleno en una película como
Mapa de los sonidos de Tokio. Mucho más si en ella se trata la pérdida de alguien. Pienso en posibles pérdidas y me doy cuenta que soy quien soy gracias a muchas personas. Pienso en sus posibles marchas y me derrumbo. Sólo espero no vivir eso más. Sólo quiero borrar la realidad.
3 comentarios:
La vi el sábado, me encantó. Mejor no te plantees la pérdida de nadie, es un ejercicio que te vuelve loca y te hace daño.
Llevas razón. I miss you
Me too
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